domingo, 26 de junio de 2016

PÍDELE A UN FÍSICO QUE HABLE EN TU FUNERAL

Quieres que un físico hable en tu funeral. Quieres que hable en tu duelo familiar sobre la conservación de la energía, así comprenderán que tu energía no ha muerto. Quieres que el físico le recuerde a tu madre la primera ley de la termodinámica; que no se crea la energía en el universo y, por lo tanto, no es destruida. Quieres que tu madre sepa que toda tu energía, incluso la vibración, cada onda de cada partícula que era su amado hijo, permanece con ella en este mundo. Quieres que el físico le diga a tu padre que en el medio de las energías del cosmos, le diste lo bueno que tenías.

En algún momento, tendrás la esperanza de que el físico baje del púlpito y camine hacia tu destrozada esposa, situada en los bancos de la iglesia, para decirle que todos los fotones que han formado tu cara, todas las partículas que formaban tu sonrisa, el roce de tu pelo, el realizar carreras como si fueras un niño, esas cosas habían cambiado para siempre por ti. El físico podría permitirle a tu viuda esposa conocer que todos los fotones que saltaron de ti fueron almacenados en los detectores de partículas que son sus ojos, que la energía de esos fotones creados dentro de sus constelaciones de neuronas cargadas electromagnéticamente, seguirá existiendo para siempre.

El físico le recordará a la congregación cuánta energía nuestra es emitida en forma de calor. Puede haber algunas personas abanicándose con sus programas, como él dice. Les contará que el calor que fluía a través de ti en vida, sigue presente.

Querrás que el físico explique a aquellos que has amado que no necesitan tener fe; de hecho, no deberían tener fe. Permíteles conocer que pueden medirlo, que los científicos han medido de forma precisa la conservación de la energía y la han encontrado exacta, verificable y consistente a lo largo del espacio y del tiempo.  Puedes tener la esperanza de que tu familia examinará las pruebas y se quedará satisfecha sabiendo que la ciencia es sólida y que se sentirán mejor al saber que energía sigue permaneciendo alrededor de ellos.

De acuerdo a la ley de la conservación de la energía, nada de ti se ha ido. Es simplemente es que estás de manera menos ordenada.




Fuente: www.elmundoysusesquinas.blogspot.com.es y www.comofuncionaque.com

 


martes, 29 de marzo de 2016

lunes, 8 de febrero de 2016

SAL CON UN VALIENTE

El mensaje es claro: sal con un valiente. Esto no quiere decir que intentes, a ser posible, salir con un valiente, no. Quiere decir que salgas con un valiente. Con un valiente o nada.
Nadie debería enamorarse de alguien que, tras el tiempo suficiente, no sea capaz de decirte: “mi apuesta eres tú”. All in. Todo el mundo merece escuchar, al menos, un “¿sabes qué?, me la juego contigo”.

Al igual que tú, he visto a personas reaprender un deporte tras perder algunas partes de su cuerpo; he visto a gente trabajar meses o incluso años sin cobrar y a otros trabajar en un restaurante de comida rápida para terminar y ponerse a escribir, pintar o bailar porque eso no les da aún de comer; y he visto a un hombre que no puede vocalizar ni coger un lápiz revolucionar la ciencia… Y aún así, siempre hay alguien que dice: “no, es que no es mi momento”, “es que estoy centrado en mi trabajo”, “es que salgo de una relación” y demás excusas para llevarse el polvo pero dejar el mueble. Si hay amor se encuentra la manera.

Vivimos en una época donde no hay dragones que matar ni tierras que conquistar, y donde el acceso a recursos y las oportunidades son tan abundantes que saber lo que se quiere e ir tras ello constituyen el único espacio para el heroísmo. Hoy, el (principal) problema no es que no se pueda, sino que no se quiera lo suficiente. La mayoría de cosas que no hacemos no es por dificultad, es por falta de amor.
Creo que la valentía es el valor más grande que puede tener un ser humano. Un valiente arriesga, elige, toma partido, se hace responsable y crea su destino. Es el capitán de los optimistas, pues no solo ve lo bueno sino que lo persigue sin negociar. Una persona así solo puede hacer tu vida más rica.
Como le gusta decir a Álex Rovira, “el coraje, más que la ausencia de miedo es la consciencia de que hay algo por lo que merece la pena que arriesguemos. El coraje es la fuerza del amor al servicio de la consciencia”. Y es que coraje y amor son atributos que se ven en el espejo: el que ama, arriesga y el que arriesga, ama.

    “Detrás de alguien que arriesga hay alguien que ama.”

Cuando no sepas dónde están esos valientes, fíjate en los que dicen sí diciendo no, pues detrás de alguien que renuncia hay una persona que elige, detrás de alguien que elige hay una persona que arriesga y detrás de alguien que arriesga hay una persona enamorada. Donde hay un valiente, hay un amante.

Lo que diferencia a alguien valiente de un “cobarde” es que no se queda parado ante la bifurcación pensando en lo que pierde o en lo que renuncia, sino que ve en ti una victoria y ganancia suficiente como para no tener que mirar atrás. No se echa a un lado pensando que siempre puede venir algo mejor, porque acepta que el mundo es imperfecto, que tú lo eres… que los dos lo sois. Sabe que lo importante no es ni la realidad, ni lo que hay, sino lo que podéis llegar a crear, y para eso no hace falta ser perfectos, hace falta ponerse manos a la obra.

Un persona valiente no está pensando en las chicas o en los chicos que deja escapar, está pensando en ti. Eres su apuesta y su elección, y cualquier otro lugar le parece segunda división.
Nunca verás a un valiente haciendo una lista de pros y contras, porque para ellos el amor no es un mercado ni tú un producto más. Las decisiones racionales las deja para los yogures o las hipotecas, nunca para sus sueños. Nadie se hizo rico apostando en pequeñas cantidades.

    “Los valientes se la juegan porque “esa aventura no se la pierden”.

Si lo piensas bien, muchos de los dolores de cabeza amorosos que has tenido podrían haberse evitado saliendo con un valiente. Así que, la próxima vez que vayas al mercado de parejas de viaje, solo tienes que abrir los ojos y mirar de una forma que quizás no hayas hecho antes: en lugar de buscar por la categoría belleza, profesión, estudios, o dinero, busca por la categoría sé quién soy/sé que quiero. Desconfía de lo pulcro, los cánones y lo resplandeciente, y fíate de la sangre y lo sucio, pues los valientes están llenos de arañazos y cicatrices, aunque a veces no se vean. Los valientes se baten el cobre, son los que bajan a la arena y se la juegan porque esa aventura “no se la pierden”. Es muy difícil encontrar a un valiente con el traje impoluto.

Un valiente no entiende la estúpida forma que tiene la cultura de valorar el éxito o el fracaso y la pérdida o la ganancia, pues cree que a nadie que lo ha dado todo se le puede exigir nada y que lo único que verdaderamente se puede perder en la vida no es una pareja, un partido, un sueldo, etc., ellos saben que lo único que verdaderamente se pierde en la vida son oportunidades.
 
www.eluniversodelosencillo.com/pablo-arribas





miércoles, 6 de enero de 2016

MANIFIESTO PARA NIÑAS

1. No eres una princesa y no lo serás nunca, salvo que tu mamá o tu papá sean reyes o conozcas un príncipe, te guste y te cases con él. Eres una niña común y corriente. Si vas a identificarte con algo, da igual que sea con princesas como con amazonas, guerreras, artistas o jugadoras de fútbol.

2. Los príncipes azules no existen. Pertenecen a los cuentos de hadas que te cuentan para que asumas que tu rol en el mundo es el de esperar al hombre ideal que te alivie de las cargas de ser una mujer responsable y autónoma, que te salve de las fatigas de la sociedad y te convierta en madre de niños que se supone deberían completarte como ser humano.

2b. Te pueden gustar los niños, las niñas, lxs niñxs, ambos o ninguno. Gusto, enamoramiento y amor no son lo mismo, ni van siempre de la mano.

3. Todos los juguetes del mundo son para ti. No es verdad que haya cosas de varones y cosas de nenas. Te van a regalar cocinitas, bebés de juguete y sets de belleza para que te habitúes a esas actividades cuando crezcas, incluso si estudias una carrera y te apasionas por una profesión. Si quieres tener más autitos que muñecas está bien. No dejes que nadie te diga lo contrario.

4. No hay límites para tus ganas de ser libre. Lo mejor que te puede pasar en la vida es elegir más allá de tu género, sin condiciones, y que tus elecciones varíen tanto como lo desees.

5. No aceptes que te digan “una niña no hace eso”. Los que te hablen así (incluso si son tus padres), quieren cortarte las alas y marcarte un camino que creen que deberías seguir. Defiende tus decisiones, crece sabiendo que los que sostienen divisiones según el sexo tienen cerebros chiquitos y mentes de villanos.

6. Trépate a todos los árboles que puedas. Eso no es ser “marimacho”, es estar viva y saber jugar. Recuerda que para eso vas a necesitar ropa cómoda.

7. Incluso ahora, cuando la mujer recorrió gran parte de su largo camino hacia la liberación, vas a encontrar discriminación en los que te rodean. Recuerda que lo hacen porque tienen miedo y son ignorantes. Si puedes explícales que están equivocados. Si no, sigue en lo tuyo: que tu vida sea la mejor prueba de que no saben lo que dicen porque no lo han pensado bien.

8. El mundo está lleno de colores bellísimos, el rosa es uno más. Que tu existencia sea un arcoiris, no un merengue o una telenovela.

9. Búscate juegos que vayan más allá de cambiar pañales, dar mamilas de mentira y usar ollas de plástico.

10. Los chicos tienen pene y tú vagina y vulva. No te falta nada, lo de la envidia del pene es un invento para que pienses que ellos son mejores.

11. Evita las publicidades. Evita las modas. Evita todo lo que te quieran imponer desde la televisión, hasta que puedas discernir qué te sirve de todo eso.

12. Que una persona tenga más cosas que tú, no significa que sea más feliz.

13. Nunca jamás dejes de preguntar por qué las cosas son como son. Nunca te conformes con la primera respuesta. Nunca te quedes con dudas si puedes sacártelas. El conocimiento es luminoso y te abre puertas.

14. Huye de la violencia. No porque sea patrimonio de los hombres, sino porque es la herramienta de los imbéciles. Pero si alguna vez te atacan y necesitas defenderte, recuerda: LA DEFENSA NO ES VIOLENCIA, ES TU DERECHO.

15. Nadie va a quererte más porque seas muy flaca ni porque tengas tetas grandes. Al menos nadie que valga la pena conocer.

16. Mirar caricaturas está bien, pero también lee. Lee mucho. Lee hasta que te duelan los ojos. Lee cuentos, novelas, historias de piratas, extraterrestres y ballenas blancas. Incluso si al principio no entiendes lo que estás leyendo porque eres chiquita, algo de eso queda en tu cabeza y la abre.

17. No descartes leer Cenicienta, pero acuérdate que ella y todas las demás se cansaron del “y vivieron felices para siempre”, en la parte que viene después y que ya no sale en el cuento.

18. Lo mismo aplica para la música, el mundo no se termina en Shakira y Selena Gómez. Si puedes, aprende a tocar algún instrumento, el que sea.

19. Casarte y ser mamá es uno de tus destinos posibles, no es obligatorio. Tu futuro no está escrito en piedra, es como el barro y puedes moldearlo.

20. Nunca eres muy chiquita para entender, lo que pasa es que a veces los grandes no sabemos cómo explicarte.

21. No siempre hubo mujeres presidentas. Son el producto de siglos de lucha y esfuerzo. No olvides a las mujeres que vivieron y lucharon antes que tú, les debes mucho de tu libertad.

22. Las chicas que aparecen desnudas en las tapas de las revistas y en la tele lo hacen porque creen que no tienen otra cosa que mostrar. Y no está mal, no hay por qué juzgar la forma de ganar de dinero de las personas. Pero yo te recomendaría mostrar tu cerebro, que al contrario que el trasero, se te va a poner más firme con los años.


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